Apesar de su avanzada edad, David Harvey (Kent, 1935) parece estar lejos de jubilarse. De ello dan cuenta no sólo su actual energía y productividad intelectual, sino la apariencia extraordinariamente juvenil que le infieren su melena recogida en coleta y su vestir informal: puede lucir una camiseta de la antiglobalización con la misma naturalidad que cualquier estudiante de su facultad.
El País. 8/9/2007
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